Un escrit d'una compi de lluita, la Carolina, des de l'hospital de Viladecans.
Esta nota es un relato en un día nublado, gris por decadencia; triste por inercia…
Sólo sale el Sol en mi personal espíritu de luchadora. Esta lucha que hoy se inspira desde dentro mismo de la criatura: nuestra estimada y desangrada Sanidad Pública.
Estoy ingresada en el Hospital de Viladecans por una hernia discal que se ha complicado. El comentario positivo de estos más de 20 días por parte de muchos, ha sido: “bueno, al menos estás aprovechando a descansar y estás calentita, con el frío que hace fuera…”. Lamento decepcionarles… No hay más que indignación en mí y eso no me deja “descansar” y de “calentita” nada; hemos pasado unos días de frío intenso donde el viento no ha distinguido, él ha querido correr por todos los sitios disponibles y estas ventanas le han dado vía libre para pasar.
Se trata de asumir la enfermedad, no de indignarse pero, ¿a quien no le indignaría que le dejen en los pasillos de urgencias esperando para poder tener una cama y a la vez saber que toda una planta de ingresos hospitalarios va a ser cerrada? Y, por supuesto, ese personal con contratos precarios despedidos nada mas entrar en marzo… lo he visto y me ha dolido, ¡Lola, David, cómo les extraño! Y demás profesionales, todos, muy bien preparados y con toda la voluntad para desarrollar su trabajo.
Y una vez ingresada, también tener que comprobar que ser vegetariana en un Hospital tiene peligro para la salud, no solo porque no hay variedad sino básicamente porque no hay calidad. La alimentación es fundamental en cualquier proceso de recuperación, se necesitan mas que nunca fuentes de fibra, vitaminas y minerales; proteínas, hidratos, grasas de calidad, etc y puedo asegurarles que gracias a la mínima variedad, !no querré volver ha comer ningún pescado en meses! ¿Como no agregar mas patologías que las que una tiene si no se cubren las necesidades nutritivas mínimas? Y no valen las soluciones paliativas que los últimos dos días, tras tanto reclamar, me ha dado la nutricionista; que consiste en que vayan a comprarme ensaladas al bar. !Esto tiene que quedar resuelto definitivamente y para todas y todos!
(Pausa) me vienen a cambiar la vía que desde hace dos horas tengo tapada por un coágulo y no han podido venir antes porque van de c… , de mientras, dolor.
Una de estas noches, apenas por fin dormida; me sobresalte, algo pasaba en el pasillo. Me levanté, tenía que enterarme, por aquí no pasan muchas cosas interesantes. En breves minutos me vi posando frente a un cartel que ponía “qui juga amb tisores es talla” y con una camiseta que pone: “La sanitat pública és mor”. Fue la única noche de felicidad, ¡ahora podía hacer visible mi descontento con los recortes sanitarios al llevar la camiseta puesta!
Y señor cura que pasea cada día por esta habitación y nos habla a las 4, sí ¡4! que la compartimos; no me desee pronta recuperación por la “gracia de Dios”, abra usted los sentidos de su cuerpo, erice usted su piel y díganos con la verdad, que ojalá me recupere pronto, si la atención sanitaria lo permite, si la calidad del servicio fuese la óptima, si en vez de estar más de 20 días ingresada esperando una operación con traslado a Bellvitge, empeorando mis síntomas, si esto se podría haber evitado por la gracia del “Conseller de Sanitat Boí Ruiz”.
¿Acaso el rey (con minúsculas porque no me merece ningún respeto) ha tenido que esperar lo que yo? ¡Y pensar que formo parte de los ciudadanos que le pagamos esa operación! Mi hernia es especial, vale más que la suya, mi hernia tiene un histórico de lucha, de esfuerzos, de resistencia…
¿Ven ustedes en esta nota indicios de denuncia? ¿de reclamación? ¡Entonces la he hecho bien! Desde mi fortaleza, alimentada por el afecto de familiares, amigos y profesionales; me indigno, reclamo y denuncio.
Todas y todos debemos cuidar de la Sanidad Pública !LO PÚBLICO NO SE RECORTA NI PRIVATIZA; SE DEFIENDE !
